Esta leyenda se origina en un rinconcito de Guanajuato, se trata de un lugar en el que las personas que se aman deben darse un beso en “El callejón del beso”, pero deben hacerlo en el tercer escalón, si lo hacen van a tener 7 años de felicidad y si no lo hacen serán 7 años de mala suerte.

La distancia que hay entre los balcones de este callejón es de tan solo 68 centímetros y es ahí donde surge esta romántica leyenda.

En uno de los balcones vivía una joven mujer llamada Carmen, provenía de una familia adinerada, por lo que no tenía permitido relacionarse sentimentalmente con hombres de clase baja, un día la joven Carmen conoció a un minero de nombre Luis, ella cayó perdidamente enamorada de este hombre, conscientes de que su relación no era bien vista empezaron a verse a escondidas en una iglesia que estaba cercas del lugar.


Un día el joven Luis lavo las manos de su amada con agua bendita de aquella iglesia donde se solían ver, después la tomo de las manos y en ese momento para su desgracia fueron sorprendidos por el padre de Carmen quien obviamente no aprobaba esa relación.

El padre de Carmen molesto por la situación decidió tomar medidas estrictas para que su hija no se encontrara más con aquel joven, la encerró en la casa y no la dejaba salir para nada, además de que la obligaría a casarse con un viejo rico Español. Carmen no se quedó con los brazos cruzados y con ayuda de la dama de compañía de su padre, la señora Brígida hizo llegar una carta a Luis, en la cual le contó lo que su padre pretendía hacer.

Luis después de un momento se las ingenió para ver de nuevo a su amada, en frente del balcón donde vivía Carmen había otro balcón, estos balcones estaban muy juntos, tanto así que si estiraban sus brazos podían tocarse, el joven Luis se dedicó a ahorrar todo su dinero para poder comprar el balcón que se encontraba frente al de Carmen, dicen que tuvo que pagar mucho más de lo que valía realmente, pero no le importo pues solo así podría ver a la mujer que tanto amaba.

La felicidad volvió a la joven pareja, estaban juntos de nuevo, cada noche tenían una cita en el balcón, en ese rinconcito en el que a la luz de la luna se podían ver sin ser molestados, se juraron amor eterno sellado con un beso de amor. Pero su felicidad se vio nuevamente interrumpida, pues un día mientras los enamorados se besaban en el balcón, entró el padre de Carmen a su cuarto y al ver que su hija lo había desobedecido este le comenzó a gritar, estaba furiosos y lleno de ira, de sus ropas sacó una daga y la enterró en el pecho de su hija, la joven Carmen falleció mientras tomaba la mano de Luis…


El minero Luis estaba devastado, con el corazón roto en mil pedazos, ya no había nada que pudiera hacer, tuvo que decirle adiós a la mujer de su vida. El joven estaba muy triste, pasó el tiempo y el no podía ser feliz, hasta que una noche no aguanto más y decidió quitarse la vida, de que le servía estar vivo si no podía estar con Carmen, dicen que el joven se lanzó desde el brocal de la Mina de la Valenciana donde trabajaba, a la mañana siguiente su cuerpo fue encontrado sin vida.